domingo, 12 de octubre de 2008

la Semana de oracion!

antes ke nada!!!
algo estraño pasa en mi blogg no puedo subir imagines!!!!!
ps le cuento ke esta semana aki en la uni se esta desarrollando la semana de oracion, el titulo es: VIVE POR ENCIMA DE LA MULTITUD.
y puedo decir por primera ves en mi 4 largo años en esta universidad ke es una de las mejores si no la mejor!!! de todas!!! el orador es el Ptr, Doug Batchelor, kien tiene una historia de conversion maravillosa!!!
los invito a verlo por internet en la pagina de la uni, aki les dejo el link por si alguien se interesa!!! no se arrepentiran se los prometo!
http://www.um.edu.mx/index.php?option=com_content&task=view&id=381&Itemid=1142

y aki les dejo algo ke me encontre del ptr Batchelor... tomado de su libro de cavernicola a cristiano.


Dough Batchelor era el hijo adolescente de un padre multimillonario y una madre artista de Hollywood. Tenía todo lo que quisiera comprar, pero no era feliz. Fumaba mariguana con su madre, buscaba pleitos en la escuela y pensaba a menudo en el suicidio.

Disgustado consigo mismo y la falsa fachada de su vida, Doug decidió buscar todos los placeres que pudiera encontrar y vivir la vida al máximo. Antes de concluir su búsqueda, vivió por varios meses en una cueva cerca de Palm Springs. Y aunque su padre era dueño de hoteles, un jet y un yate, Doug se encontró buscando alimentos en la basura.

La felicidad que Doug anhelaba lo eludió hasta el día en que comenzó a leer la Biblia que un compañero de "aventuras" le dejó en la cueva. He aquí lo que sucedió:

La novedad de vivir en una cueva poco a poco se fue desvaneciendo y no tenía mucho que hacer. Rodeado por la grandeza de la naturaleza, mis pensamientos se fueron tornando hacia Dios. Suspiraba por tener esa paz interna cuya búsqueda me había llevado hasta ese lugar en primer lugar y dediqué mucho tiempo a libros de filosofía y religiones orientales. Las religiones orientales me enseñaban a meditar, a mirar dentro de mí mismo, porque allí encontraría a Dios. Pero mientras mayor era mi introspección, más insatisfecho me sentía, porque sabía que en mi interior yo era un desastre.

Un día tomé la Biblia del estante de piedra y le sacudí el polvo. La abrí y dentro de la tapa encontré un mensaje escrito a mano: "Nacido de nuevo el 12 de Julio, 1972. Oro para que el que encuentre esta Biblia la lea y encuentre en ella la paz y el gozo que yo encontré".

Aunque tenía mis dudas, comenzé a leer. Las historias me fascinaron. Parecía como si una presencia divina estuviera a mi lado, indicándome que esta era la verdad.

El relato del diluvio capturó mi imaginación. Si el agua había cubierto toda la tierra, no era raro que yo hubiese descubierto fósiles marinos a 2.000 metros de altura en Nuevo México. También explicaba por qué las paredes de mi cañón mostraban los efectos de la erosión en partes ubicadas a cientos de pies sobre el valle.

Cuando mi silla se hacía muy dura, me ponía de pie y me iba a la hamaca para continuar leyendo. Cuando las punzadas del hambre me roían el estómago, de mal gusto dejaba la Biblia y me preparaba un almuerzo. Entonces me sentaba a la "mesa" (un cesto virado al revés), me ponía la Biblia sobre las rodillas y continuaba leyendo entre bocado y bocado.

Jacob me recordó mi vida. Su engaño lo metió en problemas y lo obligó a escapar de la casa. Pensé en todas las veces que yo había hecho lo mismo. La parte cuando finalmente se reunió con su padre me hizo llorar.

Leí y releí los Diez Mandamientos. Noté que el cuarto mandamiento decía que debíamos observar el séptimo día, así que busqué un viejo calendario en el dormitorio de mi cueva. "¿No es ese el sábado?", me pregunté. Pensé que el mundo sería un lugar muy diferente si todos obedecieran esas reglas.

Cuando llegué a la segunda parte de Éxodo con todos los nombres que no podía pronunciar, me detuve y finalmente puse la Biblia a un lado. Un día me encontré con un predicador callejero. Le pregunté si la Biblia tenía otras historias buenas y me dijo: "Seguro que sí. ¿Por qué no lees el Nuevo Testamento? Mateo, Marcos, Lucas y Juan. Todos tratan de Jesucristo".

Aunque no estaba seguro de creer en Jesucristo, decidí probar el Nuevo Testamento. Para cuando hube terminado de leer los cuatro Evangelios, supe que tenía que decidir qué hacer con Jesús. Sabía que había existido, pero ¿quién era él? Podía ver tres opciones. O era un loco, o era un mentiroso, o era lo que había asegurado que era, el Hijo de Dios.

Analicé las tres opciones y finalmente llegué a una conclusión: Jesús era quien dijo ser, Dios hecho carne y venido a la tierra para morar entre nosotros. Caí de rodillas en el piso de la cueva: "Señor Jesús --clamé en alta voz--. Creo que eres el Hijo de Dios y mi Salvador. Creo que pagaste por mis pecados. Quiero que entres en mi vida y me muestres cómo seguirte".

Aquel día no dejé de fumar. No dejé de beber ni de fumar mariguana. Todo eso vino más tarde. Pero supe que Cristo me aceptaba y que pertenecía a Él. El Espíritu Santo me convenció de mis pecados a medida que fui creciendo en gracia.



*Este testimonio fue adaptado del libro The Doug Batchelor Story: From Caveman to Christian (La historia de Doug Batchelor : De cavernícola a cristiano).




oramos para ke Jesus toke tu corazon y tengas el coraje de abrirle!!!

2 comentarios:

AZUL ABRAXAS dijo...

BIEN...

HAS MEJORADO EL BLOG!!!

PORTATE BIEN... Y QUE PASES UNA EXCELENTE SEMANA.

CREEME QUE YO TAMBIEN EXTRAÑO LAS SEMANAS DE ORACIÒN... AVECES ESAS PEQUEÑAS-GRANDES COSAS HACEN Q UNO QUIERA REGRESAR EL TIEMPO.

cuidate, y Dios te bendiga!!!

Anónimo dijo...

cambiar ke??
ekiz la vdd!!!
me gustabaaaaa
pero los cambios son bueno! ya lo eh hecho en 4 ocasiones!
saludos